1 de mayo de 2009

ROJO Y PURPURA PLATEADA

22,57 ... en el fondo de la ventana predomina el color negro .... los cristales reflejan, como espejos, la puerta de mi refugio personal, una parte del cuadro colgado a mis espaldas y la pequeña herradura suspendida sobre el espacio abierto que me comunica con el salón-comedor. Me dijeron que traía suerte, si la ponía con la abertura hacia el techo .... y así lo hice .... ¿la suerte? seguramente que sí .... si miro la botella y la veo medio llena.

Fuera, hace tiempo, no sé cuanto tiempo, que llueve. Lo sé porqué la alisada y resbaladiza superficie de los cristales es el marco donde se mezclan las tímidas y espaciadas gotas plateadas si el agua cae despacio, o los contundentes y peleones chorros competitivos y agresivos que se atropellan por ganar la carrera. La carrera hacia el precipicio por el que se despeñan hacia el vacío cinco pisos hacia abajo, hasta expandirse brutalmente en el suelo despidiendo miles de cristales centelleantes que se me asemejan visualmente a la explosión de un átomo de colores. Pero en blanco y negro. No sé a qué hora empezó pero sigue lloviendo.

Sobre la mesa de escritorio y bañada en un vaso largo de uso diario, se me ofrece una rosa. Mi rosa del día de San Jorge. Una jornada que empezó a hacerse popular hace años y, con el tiempo, se ha enardecido y es presencia e intercambio de amor, de amistad, de bullicio, sonrisas y multitudes en las calles del centro de la ciudad. Al principio, el protocolo estaba marcado por el hecho de que los hombres y muchachos enamorados, regalaban una rosa roja a sus esposas, novias o escogidas. Actualmente, la rosa se ha multiplicado a que propietarios de pequeñas empresas, jefes de sección, amigos, comercios ...... todos regalan a todos .... ya no es un símbolo de amor. Ahora es un detalle. Un bonito detalle que las mujeres y jovencitas esperamos con ilusión mientras nos preparamos para afrontar el día. Hay quién regresa a casa con un manojo. Pero ninguna es más importante que la que le llega de manos de la persona querida. De alguna manera, esa rosa es más roja, más perfumada y transmite un olor a sensibilidad distinto a las demás.

Mi rosa de este año, fue obsequio de El Corte Inglés cuando adquirí los libros que acostumbro a regalar a mis nietas en esa fecha. Los intereses creados de las editoriales embadurnaron la inicial sencillez y espontaneidad de los sentimientos, apropiándose de la misma fecha para instaurar el Día del Libro. Así fue como se han llegado a mezclar rosas y libros: el estandarte del 23 de abril de cada año.

Y aquí está mi flor .... todavía no ha doblado su cabeza ..... luce junto a una espiga y se sienten cómodamente ligadas por la cinta de nuestra bandera catalana ..... una tradición hija de Catalunya, que subsiste e incluso se imita ahora en otras partes del planeta.

¡Qué curioso! no me he dado cuenta que, mientras me distraía en otro tema, ha dejado de llover. Mi ventana esta casi seca. Tan sólo siete purpurinas plata brillante han quedado adheridas sobre el negro fondo del vacío. Siete han conseguido salvarse de acabar perdidas en el charco del patio de luces del edificio. Son las 23,53 ... falta poco para la medianoche. El cielo ya no llora y me ha regalado 7 estrellas para velar mis sueños. ¿Suerte?

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