19 de abril de 2009

CRISIS EXISTENCIAL

Llegas a un punto del camino que se te asemeja a tu punto i final. Te acurrucas a la sombra de una triste mata, sobre una arena seca poblada de piedras. Te sientes absolutamente perdida, sola, sin futuro, sin ideales, sin trabajos pendientes ni proyectos que puedan generar un nuevo interés de búsqueda.

¿QUÉ HAGO AHORA YO AQUÍ? ¿QUIÉN ME NECESITA? ¿PARA QUÉ SIRVO? ¿QUÉ HAGO CON MI VIDA? ¿TENGO MOTIVOS PARA VIVIR?

Y esperas respuestas. Alguna voz, un sonido ….. encontrar la respuesta.

Pero nada. El silencio de la nada se hace estruendoso en tu tímpano expectante.

Y el ordenador cerebral pregunta y pregunta, mientras las sienes te estallan por no encontrar el cable de reconducción a una nueva conexión que vuelva a poner en marcha el motor de la vivencia o aunque tan solo fuese el de la supervivencia. El generador de energía ya no tiene stock. Se ha quedado vacío y paralizado. ¡Y solo tengo 64 años! Te dices. ¿Y ahora qué?

Has gastado tu tiempo dedicada a los demás. Has sido fiel a tus principios, a tus enseñanzas y a los dictados de tu corazón. Has cumplido con tus obligaciones, con tus responsabilidades. A costa de tu propio sacrificio y, siempre pensando que lo estabas haciendo muy bien; has llegado a descubrir dolorosamente que nadie te ha valorado en su justo juicio. Que no todos los hijos saben agradecer ni todos los amigos son lo que te hacían creer.

QUE LA VIDA ES UNA GRAN VERDAD QUE TE HACE AVANZAR A BASE DE MENTIRAS. Que, a la vuelta de una esquina, siempre espera el enemigo dispuesto a pisotearte y a eliminarte. Que luchas, que empeñas tu orgullo, echas mano del valor y la dignidad para sostener la batalla en que pierdes tu sencillez, tu paz interior y tu luz de guía, para sumergirte en las tinieblas de quién intenta dañar aquello que quieres o aquellos a los que quieres i te ves en la obligación de proteger.

Acurrucada a la sombra de una triste mata, dando marcha atrás a la tuerca del tiempo sigues con las preguntas: ¿quién ha cuidado de mi alguna vez? ¿quién me ha abrazado de corazón? ¿quién no me ha utilizado a sus fines para lograr culminar su propio egoísmo? ¿de qué me ha servido luchar por los demás? ¿sacrificarme a mí misma? ….. y tan sólo un eco interno responde repetitivamente sin piedad ¿de qué te ha servido vivir? …… y sigue el silencio ….. Yo sigo quieta, inerte como una estatua; fría como el mármol …. sumida en esas voces del silencio que no responden … porque se han quedado sin palabras.

2 comentarios:

  1. La vida nada te debe. Aceptar lo que ocurre es el primer paso para no sufrir por la carga que pasó, que aconteció, pero que ya no es, esa “joroba” tan pesada es el pasado, solo tienes lo que es ahora, aquí, lo demás ya no existe, es un sueño, un mal sueño del que no tienes que traerlo constantemente. Ya sabes, la vida es todo aquello que acontece mientras recordamos el pasado o pensamos en nuestro futuro..¿Crees que merece la pena?.

    El ideal de vida, tu ideal de vida es lo que crea lo contrario a lo que es, y por ello si sabes cómo ser con “lo que es”, no será necesario lo contrario. Cuando nos examinamos el corazón y la mente, nuestra manera de pensar, sentir y actuar en la vida diaria, observamos que a medida que nos adaptamos a la pauta de la sociedad, la vida será, es, un campo de batalla del que se puede salir fácilmente comenzando a desaprender todo lo que esta sociedad nos enseñó para alienarnos…”me querrán más si hago esto o aquello”, por ejemplo, pero, el amor es gratis y no podemos esperar que nos quieran por el simple hecho de haber querido.

    El que nada espera puede estar en paz. Dar y entregar sin esperar nada a cambio es la única forma de sentirnos bien, lo demás son fantasías y literatura.
    Besos
    F

    ResponderEliminar
  2. Dime espejo mágico : ¿hay alguien que lo de todo sin esperar NADA?? Observando a mi alrededor y después de dar siempre sin realmente esperar, jamás he conocido a nadie que no se diga alguna vez en la vida que, después de todo lo que ha hecho, no ha tenido el pago merecido y tampoco es cierto que se recoge lo que se siembra. También conozco buenas personas a quien no se les ha reconocido su bondad y malas piezas que viven alegremente pisando a todos aquellos que se cruzan en su camino ..... al revés ... la injusticia preside la vida y el bueno es siempre un gilipollas y el malo es un ganador innato. Si no recuerdo mal, creo que ya fué así al principio de los tiempos..
    y lleva camino de empeorar con los tiempos que nos están tocando vivir ....
    Besos idem .... Maribel

    ResponderEliminar