Y NO QUERÍA LLORAR …

Creía estar segura de mi dominio personal. Como siempre. Que mis penas interiores estaban bien al resguardo de ser descubiertas por alguien ajeno y mucho menos por un desconocido. Pero la pregunta que me ha sido formulada exigía amplias explicaciones. Tú eres un médico. Un profesional. Y era necesario levantar un poco el secreto del sumario.
He empezado a hablar y, no sé cómo, el hilo de la historia se ha ido desenredando de su cueva profunda, mostrándose desnuda a la luz de la verdad … borbollando a chorros por esa boca que era incapaz de frenarse y dejar muchísimas explicaciones en el aire. Tú estabas callado. Serio y atento, exactamente enfrente de mí; al otro lado de la mesa. Alguien me escuchaba. Cada vez que intentaba terminar, levantaba los ojos y me encontraba con los tuyos mirándome fijamente y abocándome a que me azorara y me sintiese como una extraña, al descubrir en tus espejos un interés expectante, que ni recuerdo si alguna vez hubo alguien que se interesase así por mi historia, mis miedos, mi dolor y mis heridas. La peor parte de mi novela de amor y vida desesperada y desesperanzada.
Me hacías preguntas, en las que jamás había pensado. Mi cabeza daba vueltas para encontrar las respuestas, mientras un eco me decía : estás hablando demasiado. Calla. Termina.
He intentado poner punto final varias veces pero en cuanto levantaba la vista decidida a despedirme, me daba cuenta de lo bien que me sentía contigo. Había una fuerza en el aire que me mantenía sujeta a esa silla de dónde no me hubiese movido jamás. Creía leer en el fondo de tus pupilas un hipnotizador mensaje de agrado y de conquista. ¡Y yo que nunca he sabido conquistar a nadie! Soy demasiado impulsiva, extrovertida y completamente ajena a los rituales de captación de una mujer hacia el hombre que le interesa. Siempre he pensado que, quién realmente se fijara en mí, sería por como soy .. por mi autenticidad … por mi ignorancia en la planificación de crear las situaciones adecuadas para conseguir que la pieza caiga en la trampa. Parezco tan lanzada, tan falta de vergüenza y delicadeza que seguro que muchos ni podrían llegar a intuir que soy puro sentimiento y que el amor es el pozo donde desearía morir ahogada, reposando en unos brazos que me protejan, que me transmitan fuerza y deseo … eternamente.
Y yo he seguido hurgando en mis heridas …cada vez más profundas. Y te las seguía contando a ti; un desconocido que me transmite sensaciones olvidadas y perdidas en el tiempo: confusión, miedo, nerviosismo, preguntas sin respuesta … que temo hacer simplemente porqué no quiero que deje de brillar esta esperanza esmeralda que quizás sea puro invento, pero sé que es de aquel verde destellante que soñaba en mis noches de fantasías juveniles. El cielo ya no es azul, ni opaco, ni gris. Hoy para mí era verde.
Preguntabas, respondía, callabas, me mirabas y yo seguía bla, bla, bla …. Y no quería llorar. Quería seguir siendo dueña de mi dominio personal. La lava del dolor ascendía por mis entrañas y yo intentaba retenerla agitada en mi garganta. Las palabras han empezado a ser titubeantes, mis manos se apretujaban mutuamente para dar un punto de apoyo a mi solidez, pero de nada me han servido los esfuerzos. Algunas lágrimas se han escapado fuera de mi universo y me has visto llorar. En silencio. Quizás tan sólo habrán sido cuatro azulejos. Y tú me has seguido contemplando como quién sigue atento una película de género. Ha pasado un suspiro y he conseguido retomar el aliento.
No sabes lo que hubiese dado tan sólo porque, en ese momento, levantándote de tu silla, me hubieses abrazado. Hueles a misterio, a desencantos. A necesidad de besos, a soledad y a carreras en esas motos que tanto te gustan, persiguiendo la libertad. ¿Qué edad tienes? ¿Estás casado? ¿Te gusto? ¿Podrías quererme? Tu preguntabas y yo respondía. Yo quería preguntar y no me atrevía.
En algún momento, las paredes del despacho han emitido un chasquido ¡ya basta! Y el tiempo se había esfumado. No he sabido cuanto he hablado pero seguro que había sido demasiado..
¡Hey! Maribel ¡despierta! Que los cuentos de hadas ya pasaron …..

Creía estar segura de mi dominio personal. Como siempre. Que mis penas interiores estaban bien al resguardo de ser descubiertas por alguien ajeno y mucho menos por un desconocido. Pero la pregunta que me ha sido formulada exigía amplias explicaciones. Tú eres un médico. Un profesional. Y era necesario levantar un poco el secreto del sumario.
He empezado a hablar y, no sé cómo, el hilo de la historia se ha ido desenredando de su cueva profunda, mostrándose desnuda a la luz de la verdad … borbollando a chorros por esa boca que era incapaz de frenarse y dejar muchísimas explicaciones en el aire. Tú estabas callado. Serio y atento, exactamente enfrente de mí; al otro lado de la mesa. Alguien me escuchaba. Cada vez que intentaba terminar, levantaba los ojos y me encontraba con los tuyos mirándome fijamente y abocándome a que me azorara y me sintiese como una extraña, al descubrir en tus espejos un interés expectante, que ni recuerdo si alguna vez hubo alguien que se interesase así por mi historia, mis miedos, mi dolor y mis heridas. La peor parte de mi novela de amor y vida desesperada y desesperanzada.
Me hacías preguntas, en las que jamás había pensado. Mi cabeza daba vueltas para encontrar las respuestas, mientras un eco me decía : estás hablando demasiado. Calla. Termina.
He intentado poner punto final varias veces pero en cuanto levantaba la vista decidida a despedirme, me daba cuenta de lo bien que me sentía contigo. Había una fuerza en el aire que me mantenía sujeta a esa silla de dónde no me hubiese movido jamás. Creía leer en el fondo de tus pupilas un hipnotizador mensaje de agrado y de conquista. ¡Y yo que nunca he sabido conquistar a nadie! Soy demasiado impulsiva, extrovertida y completamente ajena a los rituales de captación de una mujer hacia el hombre que le interesa. Siempre he pensado que, quién realmente se fijara en mí, sería por como soy .. por mi autenticidad … por mi ignorancia en la planificación de crear las situaciones adecuadas para conseguir que la pieza caiga en la trampa. Parezco tan lanzada, tan falta de vergüenza y delicadeza que seguro que muchos ni podrían llegar a intuir que soy puro sentimiento y que el amor es el pozo donde desearía morir ahogada, reposando en unos brazos que me protejan, que me transmitan fuerza y deseo … eternamente.
Y yo he seguido hurgando en mis heridas …cada vez más profundas. Y te las seguía contando a ti; un desconocido que me transmite sensaciones olvidadas y perdidas en el tiempo: confusión, miedo, nerviosismo, preguntas sin respuesta … que temo hacer simplemente porqué no quiero que deje de brillar esta esperanza esmeralda que quizás sea puro invento, pero sé que es de aquel verde destellante que soñaba en mis noches de fantasías juveniles. El cielo ya no es azul, ni opaco, ni gris. Hoy para mí era verde.
Preguntabas, respondía, callabas, me mirabas y yo seguía bla, bla, bla …. Y no quería llorar. Quería seguir siendo dueña de mi dominio personal. La lava del dolor ascendía por mis entrañas y yo intentaba retenerla agitada en mi garganta. Las palabras han empezado a ser titubeantes, mis manos se apretujaban mutuamente para dar un punto de apoyo a mi solidez, pero de nada me han servido los esfuerzos. Algunas lágrimas se han escapado fuera de mi universo y me has visto llorar. En silencio. Quizás tan sólo habrán sido cuatro azulejos. Y tú me has seguido contemplando como quién sigue atento una película de género. Ha pasado un suspiro y he conseguido retomar el aliento.
No sabes lo que hubiese dado tan sólo porque, en ese momento, levantándote de tu silla, me hubieses abrazado. Hueles a misterio, a desencantos. A necesidad de besos, a soledad y a carreras en esas motos que tanto te gustan, persiguiendo la libertad. ¿Qué edad tienes? ¿Estás casado? ¿Te gusto? ¿Podrías quererme? Tu preguntabas y yo respondía. Yo quería preguntar y no me atrevía.
En algún momento, las paredes del despacho han emitido un chasquido ¡ya basta! Y el tiempo se había esfumado. No he sabido cuanto he hablado pero seguro que había sido demasiado..
¡Hey! Maribel ¡despierta! Que los cuentos de hadas ya pasaron …..
13 de Mayo de 2009
Es bueno seguir soñando, aunque te despierten siempre puedes volver al sueño...
ResponderEliminarBesitosssssssssss