Renacimiento

ESCRITO EL 23-12-2012

Las 22,06 en Sharm. Las 21,06 en Barcelona. Hoy es Nochebuena de 2012 y ¡han habido tantos cambios en mi vida este año!! ¿cuánto hace que no escribía?? Me salté el cumpleaños a menos de mi padre porque estaba en medio de papeleos, paquetes, mudanza y empezando a hacer rodar la bola de un gran giro en mi vida. No podía seguir como estaba …. me sentía sola, entre las paredes de la casa de mis padres, llena de recuerdos quizás más malos que buenos de mi infancia y la constante presencia espiritual de mi padre sentado en su sillón con el puro en la mano, medio durmiendo y medio sonrisas. Era como estar en una cárcel. Me di cuenta que, en las películas, no hay nada más sanador que un gran cambio o un gran viaje para ir dejando la memoria en el pasado y tener esperanza en un nuevo futuro. Y, recordando ese ático que había visto en Vilanova en el 2010, me dí coraje para intentar buscar ese lugar dónde, sino el olvido, al menos la paz para hacerme mayor que necesitaba. Cual no sería mi sorpresa al encontrar que precisamente este piso, seguía esperándome en el mismo lugar, cerrado a otros compradores. Era un regalo que venía a abrirme el camino hacia un nuevo mundo. Durante meses, no sé ni cómo, fui superando los problemas, las obras, las compras y, a pesar de ello, ahora me doy cuenta que ni un sólo momento me sentí desfallecer. Cansancio sí pero desilusión o miedos, ninguno. Me sentía como un caballero andante con coraza que escondía mis tristes sentimientos y que tenía que librar una nueva batalla. Esta vez, para ella misma. No para los demás como acostumbraba. Es cierto que el dinero no da la felicidad pero te da armas para buscar otro nido y otro destino, sin tener que humillarte ante nadie y eso es lo que me había sido entregado a través de la familia de mi padre. Todo lo que ahora pueda poseer, fue gracias a la venta del piso de mi queridísimo tío Juan y, digo queridísimo, porque realmente lo adoraba. Espero que ahora sonría junto a mi padre desde la otra dimensión y que les suban de categoría celestial por el bien que me han hecho. Todavía enredada con cajas, llegaba la Navidad y no quería caer de nuevo en el error del pasado año en que, por ahorrar, me quedé sola y cerrada en la casa. Recordaba sin embargo, el acierto de haber viajado a Canarias en el 2010. Así que, empecé a poner en marcha la noria de las posibilidades. Holanda?? No... son pocos días. Londres otra vez?? .. no se come fatal. Y en eso que salió un chico en la TV3 que tenía una agencia de viajes en Nueva York. Yo no había cruzado antes nunca el charco …. Qué tal allí?? Aunque en realidad nunca he sentido ninguna atracción especial por ese lugar. Empecé a informarme y, cuando casi lo tenía decidido, un gran tornado azota la ciudad de Nueva York y a la semana, una nevada espectacular. Y pensé (porque algunas veces pienso) si hay mucha nieve, hará frío y si nieva no voy a poder moverme demasiado. Conclusión: Adiós a la idea. Me quedé a oscuras. En el baúl de los deseos, recobré la necesidad que he sentido cada final de año de estar junto a las Pirámides. Pero ¡ya he estado allí un par de veces!!. Piensa, piensa ….. una pieza de cantos desiguales se vino a añadir a mi puzzle y .. ¡voilá!! se encendió la luz. Precioso aquél lugar del Mar Rojo. Donde yo dije en el año 2004 cuando estuve de paso: Esto es para venir y estar varios días. Sharm al Sheik. Un paraíso en la tierra. Tan sólo hace falta dinero para poder disfrutar de todo lo que ofrece. Y aquí estoy. Nochebuena 2012. La mayoría de personas (todas extranjeras) se han vestido de gala para cenar con sus parejas. Hombres con pajaritas, mujeres preferentemente de negro, muy elegantes, y yo, jejeje .. con tejanos. Intentando soportar estas 48 horas en que, aquello que nos vino como familia, ya no forman parte de mí misma, ni de mi interior. Estoy yo, conmigo y eso me hace sentir bien. No lloro por ellas. Lloro de emoción y felicidad. ¿que necesito un abrazo?? pues si pero no lo tengo. ¿qué me gustaría estar con mis nietos? Pues si pero ni los conozco. Y ¿a mí?? me conozco?? .. algunas veces no lo sé. He contratado un par de actividades que la madre naturaleza ha situado en este lugar. Mi encuentro con los corales y los peces de colores. Unas imágenes que quedarán grabadas en la retina y ahora pienso ¡qué pena siento por aquellos que no ven!! (recuerdo a mi padre) se pierden tantas cosas bellas. Curiosamente, aquellos que si ven, muchas veces también se las pierden. Es cierto que me siento hoy sola, que he dejado atrás personas y cosas que amaba pero el reloj no se detiene por el pasado. Siempre camina hacia adelante y eso es lo que tengo que hacer yo. Hoy tengo que dar gracia por tantísimas cosas que jamás llegué a soñar !! y tampoco a desear pero es lo que me ha sido dado. No son importantes mis hijas. Hoy son importantes todas aquellas personas que en estos tiempos no tienen ni para comer, no tienen trabajo, ni hogar que decorar. Los que lloran la pérdida de sus seres queridos, los enfermos en los hospitales y los pobres abuelos que se sienten más solos que yo en las residencias llorando por dentro porque la familia no van a verlos. Hoy no puedo hacer más que dar gracias. Son días de paz y amor. Paz para mi y amor para quienes lo necesitan. El mar Rojo se ha acostado a las 5 de la tarde. Me acerco al cristal y todo es oscuridad con luces de hoteles en la orilla. Por eso, me voy a unir a la quietud de la noche para descansar y mañana poder seguir viviendo, viviendo.